Dublin
Termino postrado ante los transeúntes
amén de los conductores y los suicidas,
en el amor breve de los ventanales.
Regreso continuamente a los arquitectos,
a pies empapados de madrugada
recuerdo que mi cuerpo era azul, y al masticarlo se
deshacía, goteando en prácticamente
todas las direcciones.
Dublin es un cementerio y
un ángel bello se vuelve piedra bajo las estrellas terribles.
Se le derrama el nombre sobre la tierra.
Vida y vida y vómito sobre la piedra.
Las estrellas están muriendo solas
Desangeladas y
Mutiladas, y yo
caminando desnudo
tan encadenado al frío
desde hace ya tantos años.
1 Pulsaciones:
te echamos de menos. Me gusta mucho este poema, bueno de verdad. Me encanta. Maldito DUblín.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio