Ondina
La bella dama duerme sobre la imágen perfecta
se detiene, salta la coma
y acelera hasta estrellarse contra el punto.
Desciende sin esfuerzo sobre varios párrafos
y continua su epopeya descriptiva
entre gritos de apareamiento y demás experiencias fantásticas
sus vestidos ondean adornando su frágil figura
y desenvainando la espada
asesta golpes y brechas
a monstruos de letra.
Finalmente se sienta sobre sus enormes panzas negras
como un gran bocadillo de tinta
y tararea una bella cancioncilla
proclamando la victoria.
1 Pulsaciones:
La verdad, me gusta mucho
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