pequeñas chispas domésticas
pienso en espejos, claro
y les doy la espalda
pero dibujas esos gestos de preocupación
en tu cara
y me afectan, por supuesto,
aunque abra tanto los ojos
hasta hervir huellas en la nieve,
hasta hurgar en los huecos de mi cráneo
entonces qué importa el veredicto
cuando llueve barro por igual,
breve, pero intensamente
atados de pies y manos
ante espejos volteados en los que,
no puedo decirlo,
me trago los puños
que no sirven para estrecharte
con un suspiro imposible,
ya sabes, todo esto, tú y yo
incansables, una y otra vez asomando la cabeza
por estos lugares,
domingos inesperados
seguidos de lunes inesperados
y así, queriendo volver deprisa,
odiando mi postura sumisa
de brazos cruzados esperando a que caiga
el juguete de un tal Damocles,
con el resto de personas enviándote flores
a la habitación de hotel
no sé si recuerdas,
tampoco importa desde aquí,
desde el calor de hogar improvisado,
una ametralladora de comas e infinitivos,
donde los trucos de magia carecen de sentido
Etiquetas: motocicletas, otoño, penes, vacaciones
3 Pulsaciones:
Maldita espada! Todos queremos ser Rey por un día, pero que románticos estamos...
¿Qué importa el veredicto cuando llueve barro por igual?
Romántico y muy bonito...
bonita etiqueta gari, podría ser el título de una autobiografía o un epitafio demencial. por supuesto, bonito poema también, las flores al hotel y el calor improvisado
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