Arrastré la mano herida
sobre tu rostro y con
el vértigo
descubrí
la claridad de tu tristeza
Sucedió la espina como
un hecho sobre la calma
del mudo sol
justo cuando al mirar
duele
detrás de la barrera
entonces los despojos silvestres
que perdiste
sobre las rocas
que ardían
con un estrago
se abrieron paso
y era imbatible
o desconocido
lo que sentías
Entonces la fiebre
en la mandíbula y
el álgebra
del vientre hecho polvo por
la nausea de colores
todavía parecía imprescindible
pero al acabar ya lo sabías
y así debía continuar siendo aún
porque no hay mal
ni nada
que dure
al fin y al cabo más que
unos pocos años
1 Pulsaciones:
¡joder, tio,¡
que principio mas hermoso.
Marcelino Cons
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio