The Deep Devotion
1.
Eran tan atractivas aquellas chicas que venían
se habían duchado para la ocasión y parecían sanas
e inteligentes.
Yo a veces de verdad lo digo con el corazón
en un puño
quería morirme
sólo era una mujer
que (aún hoy) quiere volar con halcones
vivir intensamente el verano entre los sauces.
Eran tan atractivas aquellas chicas que venían
tan educadas y tenían sus carteras ordenadas
incluso tenían
fundas para las gafas de sol
pero
después yo veía
cuando las hacía estampar su rúbrica en las fichas
de datos que
tenían unas firmas
de mierda.
Garabatos poco lúcidos, descompensados en sus líneas
ininteligibles pero no por ello elegantes.
Más bien sosas
sus firmas
Poco cultivadas, poco ensayadas.
Unas firmas
de mierda, para
entendernos.
Por lo que sea, yo me sentía
mejor.
2.
(Pese a todo un poema de amor)
Voy bajando las escaleras, llevo esta pinta
ridícula, el uniforme del trabajo este pijama
blanco
sanitario
me he hecho una coleta tenía el pelo
enredado demasiado para un público
desconocido y con tendencia a juzgar
y
lapidar.
Qué importa.
VOY BAJANDO
me pongo la mano ahí,
huele todo a nosotros, cariño, todo
huele
a nosotros.
Al llegar me cruzo con el chico del cabello
largo que NUNCA NUNCA
me mira a los ojos.
Una mujer de cuarenta y dos años con los pechos enormes
que se sienta enfrente de mi no sabe
de lo que hablo cuando hablo de amor, otra me dice
que tengo suerte que estás "bien colocado"
por el trabajo de abogado mientras yo pienso en otro tipo
de colocación y me rio abiertamente.
También me pregunta si ya conocí a tus padres
o si hemos pensado en vivir juntos
Otros me dicen que no llegará a nada, que nada nunca
llega a ninguna parte
yo sonrío y miro el teléfono y tecleo duramente
esperando que la tarde sea floja, que no vengan
muchos donantes
que no vengan mujeres mayores que se
parezcan a mi que no venga nadie que me dejen
todos en paz mientras huelo mis dedos
y pienso en ti y en los castillos que se derrumban
y lo costoso de reconstruirlos
lo costoso
lo aburrido
lo gris
de reconstruir algo que
nunca volverá a ser
igual.
3.
Tengo suerte, son ya
las siete menos veinte.
Queda poco para salir de aquí.
Vienen esas chicas, siguen viniendo
una detrás de otra, a veces
en grupo.
(eso es ya demasiado)
A las seven (cómo él dice) viene un amigo
del instituto que es profesor de
japonés experto en manga
y vive por aquí.
Tal vez entonces me sienta
mejor.
Todas estas chicas me hacen sentir que
he perdido
de antemano
la partida.
3 Pulsaciones:
...y tu escritura es tan guapa cuando se te cae lababa.
Aunque personalmente no tengo el gusto de conocerla, por sus escritos, por su sensibilidad a flor de piel, por su sonrisa en sus labios y en sus ojos. Por todo.
Todo en ella es guapura.
Con mi admiración y mi cariño
Marcelino Cons
Tio del abogado "bien colocao" (en el buen sentido de la palabra).
Personalmente es más guapa todavía.
Me encantas Safrika.
¡Un beso! ¡Y no te mueras nunca!
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