La osadía de frecuentarte pequeñamente, como en una enfermedad
De delirios tontos a media tarde y fiebre sólo por las noches.
Con un cierre una hebilla dorada y un tatuaje en el pecho
Y el desajuste hormonal y las carencias que suelen ser siempre
Asesinas.
La osadía de ahuyentar el deseo como espantando a una mosca inepta
Y su teoría de nunca retroceder. Siempre avanzar.
La osadía de convertirme en una profesional del vómito
En esos baños alicatados donde los amigos acomodados
guardan los rollos de papel en
Sombreritos
Y el espacio leve que siempre queda entre uno mismo y
Su otro yo que espera agazapado
Que espera lanzarse, carnívoro a devorar
Cualquier cosa que le recuerde que una vez
Estuvo limpio.
4 Pulsaciones:
nice blog
"Y el espacio leve que siempre queda entre uno mismo y
Su otro yo que espera agazapado" (...) "A devorar cualquier cosa que le recuerde que una vez estuvo limpio" Creo que necesitaba leer ahora mismo algo así. Necesito sentir que no soy la única que se siente sucia, pese a su voluntad y sin embargo por ella... Malos días para el optimismo entusiasta.
De eso nada, lo sucio aspira la luz también. No hagamos lo que quieren. Lávate! Shafri!
...La osadía de frecuentarte pequeñamente... ¡pero que bién comienzas los poemas¡ ¿todavía nadie te lo ha dicho?. "La osadía de frecuentarte pequeñamente"...¡¡me gusta¡¡¡. Sigue así guapa, un saludo
Marcel Cohns.
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