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Browne

Calambres Exquisitos

Allí donde otros exponen su obra yo sólo pretendo mostrar mi espíritu. Vivir no es otra cosa que arder en preguntas. No concibo la obra al margen de la vida(Artaud)

miércoles, 9 de julio de 2008

Autopsia a un asno

Qué puedo decir de las herramientas
-que ya no sirven- y no hacen más que coger polvo
en algún rincón olvidado de la casa

Veremos pasar otro verano y
la bicicleta hermosa y vieja que una vez
encontramos
abandonada frente al muelle
seguirá exiliada en la terraza mientras sus pedales,
continúan oxidándose y el viento peina
las banderas de plástico

Yo
-después de ver partir hombres desde las carreteras
del olvido, ver la carne rajada y la carcajada convaleciente de los mudos-,
que miré
hongos en atolones y ladridos marrones, la
vana furia de ardillas encapuchadas, y la luz mendiga
de los ausentes, yo
que oí la música después de morir la orquesta, quisiera encontrar
un remedio a esto que me pasa
vacunarme contra la vida, avisar de los
poemas, que hablarán también
cuando yo haya muerto
no tener un vino azul ni conquistada otra boca,
agradecer de tantas cosas que hicieron que me
sintiera
alegre y vagabundo, eléctrico,
salado alguna vez


Ahora
quisiera atreverme a decir cosas
llenas de ternura, -no sobre
mi bicicleta-
ahora que disto (despeinado y torpe) mucho
de ser una persona
cabal y seria,
preferiría hablar del
amor, hablar de él como si fuese
una rueda
vertiginosa y frágil, colmada de huérfanos
y nanas, y bares al amanecer y
yo estuviera loco o viudo
y hablar sobre ella fuera intolerable
y el dolor subiese por las rodillas
hasta la espalda y empapase de vino
la columna y las cervicales
y la lengua

Quisiera escuchar el mundo, con grandes orejas de lobo
y hablar de lo que no hablé
los pájaros desnudos en las plazas
los hábitos insanos y los dolores y el estomago vinculado a sus neurosis
lograr alejarme, un poco de mí a fin de poder tener a bien
explicar, con palabras claras y bellas lo que
de terrible seguramente, sería no haber aterrizado en blandas
colchas de droga y venir a morir a morir para siempre, en la cordillera cálida
de sus órganos
vitales

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3 Pulsaciones:

A las 10 de julio de 2008, 23:34 , Anonymous Anónimo ha dicho...

Emocionada.
Bueno, de lo mejor que has escrito últimamente, chaval.
Me rindo a sus pies.

 
A las 12 de julio de 2008, 17:58 , Blogger tournesols ha dicho...

hierba roja y sudor de tormentas.

 
A las 14 de julio de 2008, 8:42 , Blogger EL BUSCADOR DE ... ha dicho...

Oir la música después de morir la orquesta...
Os espero a los dos el 24 en el Matisse, será como una despedida... ah! y traete también del novísimo ¡Artista! que ya los publicas por pares.
Un abrazo.

 

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