Domingo hidratado.
Eso es lo que queda de mi, un anillo oxidado un euro
un turismo destrozado una fiesta henchida
una diferencia.
He vetado por fin la boca que habla.
Mi
boca
que
nunca
se
calla.
Es cierto, las tailandesas hacen
"eso"
Y parece que lo demás
es papel mojado.
Capacidad de entregar
de ofrecer
bueno, y las letras.
Los proyectos.
Ganas de
cosas.
Todo eso no es
nada.
Al lado de un
coño
tailandés
apretado y una mujer
que aunque pueda ser
la más puta del
universo
se tapa con una toalla
siempre
al salir de
la ducha
con la vergüenza
gratis.
Es cierto, no hay nada
que hacer.
Cuando algo se marcha así y lo hace
para siempre.
Hay poco que uno pueda hacer desde
aquí y desde el
hoy.
Es estúpido.
Uno puede comprar una pregunta
una llave, unos papeles con letra
impresa.
Comprar una casa, comprar el tedio
acabar con lo que tampoco sabes hacer
un periódico en llamas, un siete.
Mejor no pensar en
lenguas.
No pensar, solo eso.
A veces, inepta
imbécil
el destino no es más
que un coñazo.
Nos hemos quedado sin
amigos.
3 Pulsaciones:
Tu hidratación me deja muy seca por las verdades, voy a echarme crema antes de irme a la cama. Me encanta la voz sosegada y resignada que transmite aunque siga siendo reivindicativa y de alguna forma nostálgica.
no nos suicidemos aún safri. Que tengo una idea cojonuda para un libro. Primero lo escribo, luego, si quieres, sincronizamos los relojes y organizamos la matanza...
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