Confesiones exquisitas. Foto preciosa. Marca ferrocarriles.
En vez de toda la paz elegimos volvernos locos
una pesadilla de sepias borrosas
y tenedores de corcho y masticar peces fluorescentes
y derramar el elefante de sangre que llora
sobre toda una puta
página luego
Merecía la pena arrimarse al traqueteo de la ortiga, a la sabiduría del neón
ahora, años más tarde, me doy cuenta, era imposible no desear
siempre
más
No había logro
pero tampoco opciones
Conocíamos la ficción de las palomas, sólo veíamos sus cráneos
diminutos y frágiles como cáscaras deshidratadas
en el hoyo
Nuestra meta era un ir y venir de llagas desatadas
Idioma trucado donde se observa la vidriera prohibida
Flujo en el bigote y filosofía en el hígado sin culpa
Vaginas
lectura y vigilias
Dormíamos el celuloide con un jardín de hilos y mimbres
sin perfume o cloroformo
Es innecesario decirlo
pero hacía calor sobre la cuneta aunque no nos disparaba nadie
y no vivíamos en Hollywood
Pero silbábamos delante de todas las sirenas hembra
siempre con ese don
desperdicio de tulipanes
con ese aire de grandeza inoportuna, de salvajismo
y destreza alfa
Nuestro cómputo de carne y sudor llenaba el aire de lejía
Y nos deseaban sólo las mujeres que no amábamos
pero era posible jugarse la vida por una tontería
y nos importaba bien poco si tú o ella
Una nube de polvo, el mundo
Éramos esa ira inmersa en el destello
Jóvenes
Locos
Temerarios
en medio de una era
Era sobre tanta hierba
que era indigno el día mal vivido
O para maldecir la tierra inmóvil, vete tú a saber si
no
preguntábamos
con lengua ciega a la hora de las rosas mudas
para esparcir el sonido de una estela precaria
como coroneles viudos
conscientes de sus medallas
Para partir sin corazón hacía el sol del camino
reemprender la desgracia de una galaxia ilegible
con nuestro esplendor sin forma
nuestra cochina existencia termodinámica
se basaba en eso y poco más
Sin tiempo apenas para pensar
en nada
Después de todo este camino
Amigo.
No he encontrado a nadie como
tú
Me miro a diario en el espejo
El mismo lagarto me insulta
Y se que no es justo que estemos tan lejos
Que no puedo cambiar
Que no quiero cambiar
Que ni me lo propongo
aunque pueda
Porque vengo de
una playa en la que fabrico deshielo
y usurpo la fibra insuficiente de la herida
Con los trenes me distraigo
Y en un túnel
El tuyo
El mío
Sigo buscando aún
El resto del mundo me odia
Sólo tú NO me odiabas
Pero yo
escribo a diario
y ni hay olvido
ni arrepentimiento.
Etiquetas: Ferrocarriles
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MARCA FERROCARRILES.
EL PERRO DEL MAL
così lontani, così vicini....
non possiamo prenderci un caffè, ma nel leggerti provo lo stesso piacere. E tu sai quanto a me piaccia il caffè!
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