Brizna
Todos los pormenores y accidentes del diálogo quedan encomendados al talento del lector
Nadiel
Sobre una brizna
de mundo
ahuyentaste el filo
de la flora
y el pulmón
Por dónde no rodaste aún
quemarte en vida a tiempo
machete
puro
en tu delito
con las siete bocas del paraíso
a un reloj
de la herejía
en tu vestido
se respiraba
así
con un largo sffffff
anunciaste
qué débiles mármoles
qué infancias
qué heroes
qué estrépito en la montaña y en el
rimaceronte
qué gran reloj de lágrimas
que
encerraste con tu piedra
en la orilla
como se olvidan los siglos como se olvidan
los peces
Cómo
celebraría la madera
figuraos que hasta
perdí el habla de repente
2 Pulsaciones:
Rimaceronte!!!! El final me parece muy grande
es genial, este no sé por qué se me habia colado y no lo había leído. me gusta mucho.
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