La nada es otra luz. Sabedlo.
En otra luz
tropezó la antorcha
y te vestiste con la caída
de la memoria
al tiritar
como fuego
en ambas lunas líquidas
resplandecieron
con miedo
las estrellas respondió
un sabor lento
a cada
ver
y desde el
tejido del cielo
arrodillada
lanzastecon las ventanas
de la mejilla abiertas
polar
pura y absorta
rezo de esponja callada
cuando mudaste
a venir a morir
o no
con este látigo
y sin quejarte
d
nada
o
h
Etiquetas: New York's desdén
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