El último poema suele ser el primero de otros tantos. La noche pasada expuesta a la inquietud de lo predecible.
Tu sombra aguda me rodeas de pecas cierto incesto
pasajero tenue eres un reptil apagado eres un reptil
te revuelves yo quiero hacer ALGO pero no hay nada que
HACER.
Mi corazón
ha
dejado
de
latir.
2 Pulsaciones:
Creo yo, que cada vez se oye más fuerte. Un beso con bífida lengua
Doloroso Safri y muy cierto, aunque: ¿no hay nada que hacer?, siempre hay ALGO aunque nos lo inventemos, aunque esté sólo en nuestra cabeza ¿qué mejor que recurrir a la imaginación y con un canuto hacer una "v" en vez de una "o" ? Que el corazón no deje de latir, todavía no nos ha llegado la hora. un abrazo!
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